Las Imágenes del Alma, Isaias Cabezón Acevedo
Sobre los afiches o carteles
El arte moderno o de la vanguardia, que empezó a manifestarse a fines del siglo XIX, separó la forma del contenido que antes estaban indisolublemente ligados en el arte antiguo, hasta los neoclásicos, neobarrocos o neogóticos. Cada imagen se leía fácilmente lo que quería decir eran como ilustraciones formales de los contenidos respectivos. Con el desarrollo de la sociedad y la globalización, que no es de ahora, el capitalismo salvaje y las revoluciones, todo se complicó. Por eso algunos gobernantes decían que era mucho más difícil dirigir al pueblo entonces, porque antes los reyes eran de “origen divino” y todo lo que ordenaban debía respetarse y obedecerse.
De esta manera en el arte, toda la complejidad de la vida, que no era placida como antes, para expresarla, el artista recoge en fragmentos la realidad, ya que no la puede comprender en su totalidad y la expresa en la misma forma por ello, el arte se hace fragmentario, se expresa por partes y es mas hermético, por cuanto el contenido, no es expresado literalmente en la forma que lo hace.
En esta situación, nace el cartel, que debe expresar claramente el contenido de lo que quiere comunicar, pues se trata de llamar la atención de algo, lo cual debe ser expresado nítidamente para que sea comprensible por todos. En esta forma el afiche se despega del arte de la época, por ser ilustrativo a diferencia de el, en que el contenido es expresado claramente en la forma que lo representa.
Sin embargo no creemos que se pueda decir que no es arte, pues lo mismo se podría decir entonces del arte antiguo, en que el contenido estaba indisolublemente ligado a la forma. Creemos que es igualmente arte aunque diferente del otro “gran arte”, podríamos decir pues sus objetivos son distintos. En muchos casos el afiche recurrió a las expresiones del arte moderno: expresionismo, cubismo, surrealismo, dada, decó, utilizando elementos de el, pero que fueran comprensibles en el cartel que se hacia, para no obstruir la comprensión del espectador.
Por lo mismo también, por esa relación con el arte, hay gran influencia del afiche en el, como por ejemplo en la pintura misma, en el collage, en las instalaciones y manifestaciones de arte, al igual que en el teatro, cine, ballet. Lo mismo en la arquitectura, en la expresión de los planos que representan las obras que se quieren construir, en especial desde el Bauhaus con Moholy Nagy, Peterhans y sobre todo el arquitecto Meyer, quien usa en sus proyectos desde comienzos de los años 20, fotomontajes, para aclarar sus contenidos, sobrepuestos a las láminas de sus plantas y fachadas, en que reproduce el entorno donde se va a construir la obra, u otros detalles, para hacer mas clara y expresiva la forma en que se va a insertar en ella.
También hay utilización directa del afiche en la arquitectura, en que se colocan como murales, reemplazando las pinturas, frescos, relieves que antes se utilizaban o reforzando su expresión, si bien estos son como todos los afiches: perecederos, intercambiables, desechables, después de cierto tiempo de exposición o uso.
El afiche, que es el termino mas corriente para designarlo, aunque es una palabra francesa, que por lo mismo llego junto con la idea de hacerlos, por la influencia francesa desde La Independencia, como reacción frente a La Colonización Española de la que se venían liberando. La formación nuestra como arquitectos nos permitía calibrar el valor plástico de los afiches, además de recibirla de maestros muy ligados al desarrollo del afiche en Chile como Camilo Mori y Héctor Cáceres en sus clases de Composición y Dibujo y Colorido del primero y Mano Alzada del segundo, dentro del equipo de artistas plásticos que dirigía Mori contándose además con Montesinos, Santelices y Vergara Grez. Todos destacados artistas dos por lo menos Premios Nacionales de Arte: Mori y Montesinos.
El afiche se decía es un “grito en la pared”, para llamar la atención de algo que se quería destacar o vender, se hacían concursos de afiches y en mas de alguno tuvieron figuración estudiantes de arquitectura de los años de fines de la década del 40 y la década del 50 que tenían condiciones plásticas para ello. En esos años estando en clases Camilo Mori anunciaron que le habían dado el Premio Nacional de Arte, lo tomamos en andas, ya que era una persona muy querida en La Escuela, donde lo llamábamos “Marmolin” por su semejanza física con un personaje de una tira cómica de la época, con su ya gran melena blanca.
De los afichistas sabíamos algo de Isamit y su labor en La Escuela de Artes Aplicadas por el creada, por nuestra vinculación familiar con La Escuela de y por nuestro amigo el pintor Julio Escamez que estudiaba allá en la Calle Arturo Prat pasado Avenida Matta, además de en Bellas Artes pintura. De donde venia a nuestra Escuela a visitarnos, becado de Concepción por la masonería, también Guillermo Núñez y José Venturelli.
Con esos jóvenes pintores, que muchas veces postulaban a los concursos de afiches, teníamos vinculaciones a través de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech), a la que nos habíamos vinculado desde el primero y segundo año de estudios, desde 1945 adelante y por el Movimiento de Reforma liderados por los alumnos desde el Centro de Estudiantes de la Escuela, que estallo ese año y que triunfo gracias al apoyo de la Fech y toda la Universidad. La Fech estaba dirigida esos años por Felipe Herrera de Leyes, Luís Galdames del Pedagógico y Bion Holgrem de Medicina dentro del Frente Popular que venia desde 1938 con el triunfo del Presidente Pedro Aguirre Cerda, que aunque había muerto en 1941, lo reemplazo otro radical del Frente Popular Juan Antonio Ríos y luego Gabriel González Videla, con quien termina en 1947, al iniciar la represión contra el Partido Comunista y la dictación de la Ley de Defensa de la Democracia ese mismo año.
También por nuestro Profesor Santiago Aguirre del Canto, con el que habíamos trabajado además un tiempo en su oficina particular con su esposa Inés Frey, vinculado desde siempre con los artistas y políticos nacionales. Teníamos información de los referidos Mori y otros como Adriazola, importante afichista de esa época quien sobre todo ilustraba la conocida revista Zig-Zag. Otra vinculación importante con la Escuela de Artes Aplicadas donde se formaban afichistas nos la daba nuestro Profesor, primero de Plástica y luego de Taller Ventura Galván quien era al mismo tiempo profesor en Artes Aplicadas. Ventura Galván aparece vinculado ahora, en investigación en curso del Profesor David Maulen, a Carlos Izamit, desde 1929 en los cursos de Artes Aplicadas de este.
Estos profesores Mori y Galván fueron los que nos incentivaron para crear
en 1948 el Grupo Plástico en la Escuela en que nos integramos los estudiantes que teníamos actividades plásticas, además de nuestros proyectos de arquitectura y urbanismo, los que dibujábamos, pintábamos, hacían pequeñas esculturas y escenografías. Hicimos difusión en Exposición en la Casa Central de la Universidad de Chile, en Sindicatos, en la radio en revistas estudiantiles de leyes y en al Revista Pro Arte, en Concepción llamados por la Federación de Estudiantes de su Universidad, para una Fiesta de la Primavera diseñando el Carro de la Reina, el Palco y Acceso al Barrio. Entre varios de nosotros que nos trasladamos a Concepción para ello, además el nuevo local de la Fech en Santiago en la Alameda cerca de la Iglesia de San Francisco, habilitando salas de reuniones y un pequeño teatro o Salón de Actos. Mantuvimos una pagina de Arquitectura hasta que se termino la revista y también el Grupo Plástico con un proyecto en el Parque Forestal de un Pabellón diseñado por Carlos Martner con un mural de José Venturelli, lo cual no se pudo materializar por cuestión económica y diferencias con Venturelli que contradictoriamente con toda su trayectoria, quería hacer un mural abstracto y nosotros los “arquitectos” no. En todas estas acciones realizábamos afiches para difundirlas en periódicos, exposiciones y por las calles de la ciudad
No había mayor información sobre el movimiento del cartelismo en esa época, que lo que se hacia en los mismos afiches, sobre todo los de tendencia más moderna como los de Camilo Mori que eran los que mas nos impactaban por su colorido y composición para: Ferrocarriles, actividades culturales, etc.
Después al viajar becado por la Facultad de Arquitectura a Francia del 51 al 53 por un año y medio, me encontré allá con el gran papel que jugaba el afiche en la comunidad, en la que esta esperaba ansiosa la exhibición de los nuevos en el Metro y las calles en los dispositivos circulares que se usan allá para ese efecto, en que se renuevan permanentemente, se veían obras notables de grandes artistas ya fallecidos en esos años como Toulouse Lautrec y vivos como Picasso y otros. Un hecho que me impacto es que haciendo auto-stop, como le llamaban allá o sea viajar a dedo, nos encontramos en Dinamarca con un gran afiche en los campos que recomendaba el Salitre de Chile. Única referencia a nuestro país por esos lugares del norte de Europa, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca y sur de Suecia.
Al volver de Europa nos trasladarnos por trabajo a Concepción en 1956-57, y a través contactos con la Academia de Bellas Artes reencontramos a Julio Escamez y sus alumnos, entre ellos el grabador y afichista destacado después Pedro Millar, quien siempre hacia hincapié que el cartel no era para ponerlo como un cuadro en la pared, sino para pegarlo en cualquier parte, sin olvidar sus valores plásticos, pero no como una pintura sino, como una manifestación artística perecible o transitoria en el tiempo, al visualizarla con su composición, colorido y letras
En esos años la Escuela de Arquitectura se traslado a Cerrillos y luego Ventura Galván, diseño y construyo el mismo la Escuela de Artes Aplicadas a su lado, como parte de un Núcleo Universitario de la Universidad de Chile desapareciendo el local de calle Arturo Prat. Después con el Golpe de Estado del 73 y sobre todo por la acción de la Señora Lucia Iriarte de Pinochet en el CEMA, desapareció La Escuela de Artes Aplicadas, siendo encajonados hasta hoy sus implementos, sin usarse desde hace años y era ahí donde principalmente se hacia pedagogía para el afichismo. Por ello que hace poco gentes ligados a la Universidad Católica, que han pretendido crear una Escuela de Artes Decorativas, han dicho que nunca se ha hecho docencia en estas materias, lo cual es falso.
Solo hace unos pocos años conocí los trabajos de Alejandro Godoy su Historia del Afiche Chileno publicada por la Universidad Arcis en 1993 por un Fondart y Exposición de afiches en La Casa de la Cultura de La Municipalidad de Las Condes en la cual hizo referencia a La Escuela de Artes Aplicadas y su trunca historia. Recientemente se realizo Exposición de dibujos, pinturas acuarelas y esculturas de José Perotti Premio Nacional de Arte y Director de La Escuela de Artes Aplicadas. Rescatando parte de su olvidada memoria, como ahí en primer reconocimiento se afirmo, el día de su inauguración, ante numeroso publico de ex profesores y ex alumnos de La Escuela.
Es de esperar que más temprano que tarde se reabra La Escuela de Artes Aplicadas y sus Cursos de Afiche que en estos momentos sabemos que nadie los hace por todo el país.
Creemos que el nuevo libro sobre el afiche de Alejandro Godoy para el cual es este prologo, contribuirá a esta acción de rescate y memoria.
Osvaldo Cáceres González
Los Ángeles 3-10 de Agosto del 2006.
posted by alejandro godoy @ 8:48 PM
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